Sin duda la banda sonora de la Guerra de las Galaxias supuso un
antes y un después en la composición para cine. Temas como la marcha
imperial (el tema de Darth Vader) o el de la Fuerza son ya parte del acervo
cultural de esta sociedad globalizada. Querer añadir, complementar, o
profundizar, en ese universo musical es tan excitante como abrumador.
Coquetear con la obra del Maestro John Williams es apuntar bien alto. Y en
esta encrucijada se encuentra mi amigo Rafael Caballero, excitado y
abrumado, ilusionado e incansable como siempre.
Star Wars es a Williams como Williams es Star Wars. Sin sus leitmotivs
nada sería igual. Componer para algo de Star Wars es partir, continuar y
acabar en la música de John Williams. No es crear a la sombra de uno de
los más grandes, es iluminarse con su luz y crear trazos nuevos,
homenajear, en cierto modo, al hombre que nos hizo pasar tan buenos
momentos.
Esta vez la Fuerza nos acompaña, o más bien a mí. La Fuerza o la Buena
Fortuna que me permite contar con un músico que respira, metaboliza y
rezuma la esencia de un tiempo que nos marcó, de un músico que no sólo
hará un trabajo correcto, sino que estando junto a una supernova brillará
con luz propia.